Crea más valor del que tú recojas
Las reflexiones de Tim O’Reilly, propietario de la editorial de referencia del sector TI, recogidas en la entrevista mes de The Wired (The man who sees tomorrow), ponen de manifiesto uno de los principales valores que todas las empresas tecnológicas deberíamos tener: “crear más valor del que tú recojas”.
Ciertamente, la tecnología debe entenderse como un bien común dentro de las empresas. Los profesionales que nos dedicamos a ella, en última instancia, transformamos el conocimiento que recibimos, procuramos hacerlo crecer y lo entregamos de vuelta. Nuestro objetivo debería ser obtener el beneficio por el trabajo realizado pero nunca refugiarse en litigios de patentes y copyright, que no hacen sino empobrecer el avance tecnológico.
“Crea más valor del que tú recojas” es el credo ideológico de Tim O’Reilly. No sólo eso, en el citado artículo se permite poner ejemplos de cómo grandes compañías que lo han rehusado fracasan en su objetivo de erigirse en un referente en las novedades tecnológicas durante largos períodos de tiempo. Señala a Microsoft y su extraordinaria aportación a la población una década atrás con su visión de un PC en cada mesa de trabajo en cada casa. O a Apple por el progreso del teléfono móvil al smartphone con iPhone. O Amazon con el acercamiento del libro digital a nivel global, rompiendo barreras de costes o disponibilidad. Todas estas compañías y muchas más se refugian en el valor que han recogido: Microsoft recogió un sistema operativo de ideas y productos ya existentes en el mercado y Apple creó su sistema multitouch de parte de las investigaciones y desarrollos de Jeff Han.
Las burbujas tecnológicas
En demasiadas ocasiones, en nuestro sector nos aislamos en una especie de burbuja que nos impide ver la realidad de las necesidades actuales de nuestros clientes, de los usuarios domésticos y de las empresas. Nuestro sector ha experimentado durante muchos años incrementos de doble dígito, pero también se ha auto desprestigiado con productos ineficientes, burbujas tecnológicas como la de principios del 2000, cuyo objetivo último y único es obtener dinero fácil y rápido.
La forma más rápida de recrear algo hoy en día es mediante la ayuda de internet. Tan rápido es encontrar la forma de hacer algo como difícil el estudio, el tiempo y la concentración necesaria para mejorarlo o crear algo nuevo. La presión del propio sector hace que estas grandes compañías busquen protección sobre sus nuevos ingenios, ya que el proceso de comercialización será largo, importante la inversión que han tenido que aportar y necesitan la satisfacción de sus accionistas sobre los resultados de sus negocios. De esta forma, las compañías deben tener una hoja de ruta cuando su tecnología ha de ser entregada, de la misma forma que en su día la recogieron y la transformaron. Ciertamente no es nada fácil, Microsoft dispone de casi 100.000 empleados en todo el mundo, Apple 75.000, Google más de 20.000,etc. Es decir, muchas personas a su cargo pendientes de la siguiente revolución tecnológica que puedan ofrecer al mundo.
Al fin y al cabo, el denominador común de la motivación de muchos de estos ingenieros que han revolucionado la industria informática estaba en la portada de O’Reilly, los animales. Nosotros seguiremos pensando en esta idea romántica que nos impulsa a seguir avanzando en este sector, ayudar a nuestros clientes en sus necesidades mejorando lo que ya tienen.